Competición, competencia y competitividad en las carreras. Una opinión personal
Al margen de los atletas de élite, en línea de salida saltan a la palestra:
Atletas que llevan muchos años en el atletismo (popular y/o federado) que entrenan de manera regular y planificada y compiten de manera racional en pruebas de distintas distancias a lo largo de la temporada; corredores ultra- competitivos que ven cada entrenamiento casi como una competición en si misma y compiten en muchas pruebas, y en la mayoría de los casos, no se corresponden los resultados en competición a los entrenamientos tan exigentes que realizan; corredores que subestimando las distancias, osan a aparecer en línea de salida cuando apenas llevan semanas corriendo, "empezando la casa por el tejado"; corredores que entrenan con una buena planificación y compiten poco, y cada vez que lo hacen es con brillantes actuaciones; corredores que entrenan habitualmente y se toman la competición como un entrenamiento más, por el mero hecho participativo y "sumar" una más...
Pues bien, toda esta amalgama de corredores, se dan cita en las distintas pruebas locales, regionales, nacionales o internacionales.
Partiendo de esta base, sobre cómo afronta cada corredor su competición, voy a lanzar mi opinión acerca de la competición y como yo la concibo.
Entiendo que la línea de salida de cualquier carrera, sea de 5km,10km, media, maratón, etc, lleva implícita la competición, es un espacio en el que los atletas van a intentar obtener su mejor resultado posible en base a múltiples factores (capacidades, objetivos, motivaciones...); es decir cada atleta antes del disparo de salida, sabe porqué está ahí y que quiere hacer en carrera.
Bajo mi punto de vista, la competición debería ser el regalo, el punto culmen, la cima de toda una preparación y un entrenamiento enfocado y planificado; ese lugar donde depositamos nuestras ilusiones y que ansiamos que llegue y a la vez, aunque resulte paradójico, "se pase cuanto antes".
Creo que con el boom de las carreras populares se ha banalizado este hecho competitivo, ha hecho que muchos corredores sin preparación alguna o escasa, afronten carreras de larga distancia subestimando los kms, carreras que se han convertido en un número más, en esa suma que muchos corredores hacen bajo el lema de "una más", en su recopilación de dorsales.
No concibo la competición en carreras sin un entrenamiento previo adecuado, no la concibo como un "rodaje" o mera participación (salvo casos excepcionales como test o pruebas locales), no la concibo como un espacio para coleccionar dorsales como fin último.
Concibo la competición como ese escenario en el que atleta ha de ser competente y competitivo en base a sus capacidades y objetivos; ese espacio que nos brindan para poder mostrar nuestra preparación, nuestro entrenamiento, nuestra capacidad de esfuerzo; ese lugar en el que somos capaces de superarnos a nosotros mismos y a nuestras expectativas previas.
Sólo visto desde ese prisma, entiendo la competición, saco su esencia y la disfruto.
Para competir hay que ser competentes y competitivos, tanto en relación a nosotros como atletas, como a la prueba en cuestión. Aunque pueda resultar pretenciosa esta opinión, me refiero a que un atleta cuando se enfrenta a la distancia, ha de estar preparado para sacar todo su potencial disponible en esa parte de la temporada de cara a dicha distancia; si no es así, es mejor esperar a otro momento
¿se puede ser competente y competitivo haciendo 2h en media maratón? Por supuesto que sí, si has entrenado para ello y ese es tu tope en ese momento; para mí ser competente en las carreras no depende de las marcas, mejores o peores, sino de sacar toda nuestra capacidad en ese momento; por el contrario, no seremos competentes ni competitivos si tenemos 1h30m en media maratón y empleamos 2 horas en recorrerla; para mí, personalmente, eso no es competir y si no estamos en óptimas condiciones de hacerlo, lo mejor es esperar.
Personalmente, yo compito relativamente poco durante la temporada, salvo momentos puntuales, eso sí, sólo lo hago cuando considero que tengo la preparación y el entrenamiento suficiente para poder sacar mi potencial, amén de aquellas pruebas locales o zonales, en las que a veces el factor participativo prima aunque no estemos en mesociclos competitivos dentro de la temporada.
A competir empezamos con el primer entrenamiento de la temporada, sólo el día D hacemos realidad esa ilusión perseguida, que se consiga el objetivo o no, dependerá de muchos factores, lo importante para mí, es sentirme competitivo conmigo mismo. Sólo bajo estos parámetros entiendo la competición, seguro que habrá muchas formas de verla, tan validas y respetables...
Roberto Alonso
Al margen de los atletas de élite, en línea de salida saltan a la palestra:
Atletas que llevan muchos años en el atletismo (popular y/o federado) que entrenan de manera regular y planificada y compiten de manera racional en pruebas de distintas distancias a lo largo de la temporada; corredores ultra- competitivos que ven cada entrenamiento casi como una competición en si misma y compiten en muchas pruebas, y en la mayoría de los casos, no se corresponden los resultados en competición a los entrenamientos tan exigentes que realizan; corredores que subestimando las distancias, osan a aparecer en línea de salida cuando apenas llevan semanas corriendo, "empezando la casa por el tejado"; corredores que entrenan con una buena planificación y compiten poco, y cada vez que lo hacen es con brillantes actuaciones; corredores que entrenan habitualmente y se toman la competición como un entrenamiento más, por el mero hecho participativo y "sumar" una más...
Pues bien, toda esta amalgama de corredores, se dan cita en las distintas pruebas locales, regionales, nacionales o internacionales.
Partiendo de esta base, sobre cómo afronta cada corredor su competición, voy a lanzar mi opinión acerca de la competición y como yo la concibo.
Entiendo que la línea de salida de cualquier carrera, sea de 5km,10km, media, maratón, etc, lleva implícita la competición, es un espacio en el que los atletas van a intentar obtener su mejor resultado posible en base a múltiples factores (capacidades, objetivos, motivaciones...); es decir cada atleta antes del disparo de salida, sabe porqué está ahí y que quiere hacer en carrera.
Bajo mi punto de vista, la competición debería ser el regalo, el punto culmen, la cima de toda una preparación y un entrenamiento enfocado y planificado; ese lugar donde depositamos nuestras ilusiones y que ansiamos que llegue y a la vez, aunque resulte paradójico, "se pase cuanto antes".
Creo que con el boom de las carreras populares se ha banalizado este hecho competitivo, ha hecho que muchos corredores sin preparación alguna o escasa, afronten carreras de larga distancia subestimando los kms, carreras que se han convertido en un número más, en esa suma que muchos corredores hacen bajo el lema de "una más", en su recopilación de dorsales.
No concibo la competición en carreras sin un entrenamiento previo adecuado, no la concibo como un "rodaje" o mera participación (salvo casos excepcionales como test o pruebas locales), no la concibo como un espacio para coleccionar dorsales como fin último.
Concibo la competición como ese escenario en el que atleta ha de ser competente y competitivo en base a sus capacidades y objetivos; ese espacio que nos brindan para poder mostrar nuestra preparación, nuestro entrenamiento, nuestra capacidad de esfuerzo; ese lugar en el que somos capaces de superarnos a nosotros mismos y a nuestras expectativas previas.
Sólo visto desde ese prisma, entiendo la competición, saco su esencia y la disfruto.
Para competir hay que ser competentes y competitivos, tanto en relación a nosotros como atletas, como a la prueba en cuestión. Aunque pueda resultar pretenciosa esta opinión, me refiero a que un atleta cuando se enfrenta a la distancia, ha de estar preparado para sacar todo su potencial disponible en esa parte de la temporada de cara a dicha distancia; si no es así, es mejor esperar a otro momento
¿se puede ser competente y competitivo haciendo 2h en media maratón? Por supuesto que sí, si has entrenado para ello y ese es tu tope en ese momento; para mí ser competente en las carreras no depende de las marcas, mejores o peores, sino de sacar toda nuestra capacidad en ese momento; por el contrario, no seremos competentes ni competitivos si tenemos 1h30m en media maratón y empleamos 2 horas en recorrerla; para mí, personalmente, eso no es competir y si no estamos en óptimas condiciones de hacerlo, lo mejor es esperar.
Personalmente, yo compito relativamente poco durante la temporada, salvo momentos puntuales, eso sí, sólo lo hago cuando considero que tengo la preparación y el entrenamiento suficiente para poder sacar mi potencial, amén de aquellas pruebas locales o zonales, en las que a veces el factor participativo prima aunque no estemos en mesociclos competitivos dentro de la temporada.
A competir empezamos con el primer entrenamiento de la temporada, sólo el día D hacemos realidad esa ilusión perseguida, que se consiga el objetivo o no, dependerá de muchos factores, lo importante para mí, es sentirme competitivo conmigo mismo. Sólo bajo estos parámetros entiendo la competición, seguro que habrá muchas formas de verla, tan validas y respetables...
Roberto Alonso
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